Cuando Sara llamó al cerrajero en Silla estaba completamente ofuscada. Ya hacía horas que se había ausentado de su casa y era momento de darle comida a Pipo, su mascota. Pipo era un loro algo malhumorado, que se desmayaba cuando no comía a la hora que tenía que comer. Así que cuando Sara llegó a su casa, y no encontraba la llave de la puerta por ningún lado, se puso nerviosa, pero también se acordó que el cerrajero en Valencia le había dado el número 622 603 703 para que llamara cuando tuviera alguna emergencia con sus cerraduras. Justamente aquella era una emergencia.
Cerrajero en Silla disponible las 24 horas
El cerrajero en Silla está disponible las 24 horas del día, todas las semanas del año, incluso los días festivos y los días llenos de lluvia. Así que cuando Sara lo llamó, solo tuvo que anotar la dirección, darle una chequeada a sus herramientas y salir rápidamente al lugar referido. Cuando llegó, Sara estaba dando vueltas y caminando de un lugar a otro, en círculos concéntricos. El cerrajero en Silla ya ha estado en este tipo de situaciones anteriormente, por lo que antes de empezar su trabajo con la cerradura, tranquilizó un poco a Sara.
Cerrajero en Silla
Luego de abrir la cerradura, Sara entró despavorida a donde estaba el perico, y Pipo al contrario de lo que hacía siempre, salió volando hacia la calle. El cerrajero en Silla actuó rápidamente y cuando vio el pajarito volando hacia él trato de agarrarlo, pero no pudo. Sin embargo, Pipo se posó en la puerta recién abierta. Ahí llegó Sara, le ofreció el dedo y el perico accedió; juntos entraron a la casa. Al final, todos contentos: el cerrajero en Silla con su pago (un cobro bastante económico en realidad), Sara con su perico a salvo, y Pipo muy bien comido.